Invertir a nivel internacional representa una oportunidad fantástica para el inversor, no solo para diversificar su cartera, sino también para no dejar escapar grandes oportunidades de inversión y convertirse en accionista de empresas de éxito mundial.
En el caso de los mercados estadounidenses, invertir en las mejores acciones americanas significaría poder comprar acciones de gigantes mundiales como Amazon, Tesla, Meta, Apple, Google Alphabet.
Pero no solo eso.
El acceso a las bolsas estadounidenses permite negociar los llamados American Depositary Receipts (ADR). Se trata de acciones cotizadas en Estados Unidos que representan participaciones en empresas extranjeras, como por ejemplo Alibaba o Gazprom.
Sin embargo, el inversor debe prestar atención a algunos factores cruciales al invertir en los mercados americanas.
Pensemos en la conversión de divisa de euros a dólares: para poder comprar acciones en dólares deberás disponer de USD, lo que conlleva una exposición al riesgo de cambio.
También hay que conocer la doble imposición sobre los dividendos distribuidos al otro lado del océano (tanto el fisco estadounidense como el italiano gravarán tus dividendos).
Para el análisis de los mejores brókers para comprar y vender acciones americanas hemos considerado en esta reseña aquellos que garantizan el acceso a bolsas reguladas, es decir, NASDAQ, NYSE (Dow Jones, S&P 500, Amex, Arca) y BATS.
También hemos tenido en cuenta los brókers que permiten negociar valores estadounidenses OTC (Over the Counter), incluidas las pink sheets y las penny stocks. Se trata de productos tan arriesgados como apreciados por aquellos traders con baja aversión al riesgo.
¡ATENCIÓN! En esta reseña nos referimos siempre a acciones reales y no a CFD, estos últimos ampliamente promocionados en la web pero que en Qualebroker.com desaconsejamos si no eres un experto: tanto por los costes asociados (de rollover y del bid-ask spread principalmente) como porque los consideramos instrumentos arriesgados para inversores principiantes.
El mayor riesgo, a nuestro juicio, proviene del alto apalancamiento que a veces se ofrece y que puede hacer desaparecer rápidamente el capital si se activa un stop-loss o si se entra en una margin call.
Por el contrario, la compra de acciones reales nos permite ser propietarios de las mismas y socios de la empresa. Este enfoque permitirá reducir los costes (especialmente los relacionados con la custodia y el mantenimiento de los valores), sobre todo para inversores con objetivos a medio-largo plazo.